13 de febrero de 2007

Emprender para crecer


El Contexto emprendedor

La generación de valor y riqueza de una sociedad se produce mediante el trabajo de sus integrantes. Estos se encuentran en unidades (empresas) que realizan esa producción de riqueza. Habrá empresas muy pequeñas (compuesta solo de una persona) y otras de gran tamaño (compuesta de miles de personas). Cada una de estas, de una u otra manera, se relaciona con el entorno que la rodea e intercambia con este, elementos tangibles e intangibles. Los elementos tangibles son por ejemplo las materias primas, productos, maquinas, herramientas, entre otras cosas. Como intangibles podemos enumerar al conocimiento, ideas, relaciones, experiencias, etc. El término intercambio indica que toma del medio y que entrega al medio.
EL MERCADO
Todos estos intercambios se producen con su correspondiente valor económico. Por la recepción de bienes tangibles e intangibles la empresa le paga al entorno una retribución y percibe una contraparte por los bienes o servicios que le entrega al medio.
Ese entorno genérico es el mercado. Este es un ámbito donde se intercambian bienes, servicios y dinero.
Los clientes se dirigirán al mercado para obtener los bienes y servicios que ofrecen las empresas que satisfagan sus necesidades. Siguiendo este ciclo, para satisfacer las necesidades de los clientes cada empresa debe desarrollar bienes y servicios adecuadas que le permitan incrementar el valor de los bienes que recibe el mercado (materia prima, insumos) y poder cobrar un mayor valor por lo que entrega. La diferencia entre lo que cobra la empresa por lo que entrega al mercado y lo que paga por lo que percibe de él, deduciendo los costos involucrados en el proceso productivo, son las utilidades o beneficios de la empresa.
Lograr que esta magnitud obtenga el máximo valor y su constante crecimiento en el tiempo, es el objetivo primario del emprendedor. Lo podemos encuadrar dentro del objetivo económico.
Pero también, el emprendedor, tendrá otro tipo de objetivos como pueden ser aspectos de tipo emotivos, éticos, sociales, etc. (damos trabajo a otras personas, aportamos a la riqueza del país ).
Otro aspecto importante a tener en cuenta, es que en el mercado se encontrarán otros emprendedores y empresas que tratarán de cubrir la mayor cantidad de ese espacio y que seguramente coincidirá con el espacio que nosotros pretendemos. Es decir vamos a actuar en un entorno competitivo. Por tanto, para lograr los objetivos (económicos y no económicos) y la satisfacción de las necesidades de los clientes, debemos competir en el mercado con bienes y servicios que interpreten los deseos de los demandantes. Esto quiere decir que el emprendedor debe interpretar cada vez con mayor precisión lo que está ocurriendo en el entorno competitivo y en función de eso definir estrategias y planes a seguir.
Debemos dejar en claro este concepto: es muy probable que las dificultades que encontramos en el mercado no las podamos resolver por estar fuera de nuestro límite de control (valor del dólar, apertura de la economía, etc.); lo que sí es posible, es prepararse de la mejor manera para poder alcanzar nuestras metas tomando en cuenta con anticipación los problemas que encontramos en el entorno.
Para lograr estos objetivos y a diferencia de las empresas con mayor grado de estructuración (burocracia) el sector emprendedor y de la microempresa tiene a su favor el hecho de estar en relación directa con el entorno y el trato personal con el cliente, lo que permite captar de manera más rápida los cambios y las oportunidades que se presentan en el mismo. Además se tiene un relativo buen conocimiento técnico de lo que se produce.
Pero no todas son rosas en el camino del emprendedor, ya que sobre él pesa una carga de tipo cultural que atenta contra el logro de los objetivos. Una de ellas es la tendencia de actuar de manera individual, no facilitando el agrupamiento o la asociación (pool de compras, asociaciones para mejorar la calidad, cadena de valor para exportación) y la falta de capacitación en herramientas apropiadas de gestión.
Una herramienta muy importante en todo este proceso es la planificación. Esto significa imaginar y diseñar un escenario futuro, que incluye un análisis del interior (lo controlable) y del exterior (lo que no controlamos) de la empresa, que incluye además, actividades, recursos, tiempos y las relaciones entre ellos y ayudarnos a lograr que la empresa tome posición en el mercado para obtener el éxito deseado (ventaja competitiva sostenible).

Lic. Pedro Rossi
Consultor en Sistemas de Gestión y Calidad.
Docente de la Facultad de Cs. Económicas de la UCA.

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